COMO CRECEN LOS DIBUJOS.
Vamos con una entrada de teoría del dibujo que no puede ser más práctica.
Se trata de "pensar" cómo se desarrolla el proceso de dibujo. Afortunadamente hace siglos que tenemos textos de artistas que han escrito sobre esto. Y además están los términos técnicos, el lenguaje de taller, que nos dan mucha luz sobre esto de aclarar y organizar los conceptos.
Un dibujo nace en el pensamiento. Esto que, en principio, parece una perogrullada lo es menos al destacar que el pensamiento es visual. Pensamos imágenes, no términos o palabras. Por lo tanto, es del caudal primigenio del pensamiento de donde tomamos la inspiración. Pero esto puede ser menos sencillo de lo que parece ya que, a menudo, estas imágenes se traducen "automáticamente" en palabras en cuanto hacemos consciente el acto de pensar.
Cualquier soporte es bueno para un croquis.
En nuestra ayuda viene el más simple dibujo, lo que llamamos un Croquis.
La palabra croquis es francesa y viene de croc una onomatopeya que expresa el acto de "crujir" (del mismo origen viene "crocante"). Su aplicación al dibujo resalta la urgencia, la rapidez, lo inmediato del acto de croquizar. Se trata de captar la imagen pensada con trazos libres y ágiles, evitando cualquier demora que nos haga olvidar la idea esencial. En esta carrera contra todo adorno superficial la línea se convierte en el recurso más valioso. El croquis atiende a lo fundamental, a la composición básica de la imagen, a las principales líneas de fuerza y los puntos de atención.
Y de esta forma el croquis es el origen de un dibujo. La herramienta más potente en el proceso de ideación del dibujo. Recordad, las hojas de croquis solo tienen una cara, porque es importante poder ver en conjunto todo lo trabajado, y son alérgicas a la goma de borrar, porque cualquier garabato puede dar origen a un dibujo.
Paraguas con el mango de madera. Apunte del natural.
Luego el trabajo crece, al mismo ritmo que el proceso de dibujo y según las necesidades que van surgiendo. Hay que documentar el dibujo y aquí vienen los apuntes tomados del natural para aclarar aspectos concretos. Concretar un detalle, documentar la postura de una figura nos obliga a buscar en un modelo la solución. Los llamamos apunte del natural, estudio del natural, particular o solo apunte, o solo natural.
Apunte de documentación. El tema del dibujo va a ser los primeros grupos juveniles que escuchaban y bailaban SWING.
A veces las necesidades de documentación tienen en la Web su mejor aliado. Los recursos son casi infinitos y nos ayudan, después de un acertado proceso de selección, a encontrar soluciones a las necesidades que van surgiendo.
Apunte de documentación. Cab Calloway fue un músico que, en los años treinta era seguido con pasión por los jóvenes amantes del SWING.
Pero también surgen otras necesidades de índole más técnica.
Los aspectos dimensionales y las relaciones métricas, la proporción entre los diferentes elementos "que componen el dibujo" exigen bosquejar con trazo amplio las masas que definen las formas esenciales, estableciendo las relaciones de tamaño que van a definir la composición.
Es lo que vimos cuando estudiamos la figura humana. El dibujo crece desde dentro comenzando por el esqueleto definido con las líneas de fuerza, las "cajas" que definen las masas y los puntos de atención que ordenan el conjunto y lo jerarquizan.
Otro tipo de dibujos nos ayudarán a "desbastar" esta fase del trabajo, son los esbozos o bosquejos, dos palabras que vienen desde el mediterráneo (desde Italia a través del reino de Aragón) y que tienen un origen escultórico (bosquejo es un término que alude al gesto de separar las partes sobrantes del taco de madera, antes de tallar con más definición la escultura).
Ya tenemos el bosquejo del dibujo y también varios apuntes tomados del natural o copiados a partir de fotografías obtenidas en el proceso de documentación. Ahora vamos a reunir toda esa información gráfica y sumarle color. Y entonces es cuando tenemos un boceto de la obra (en este caso el boceto es para una ilustración, pero con más frecuencia el boceto daría paso a una pintura).
La palabra boceto es con frecuencia usada para nombrar cualquier dibujo preparatorio e incluso se la usa para indicar algo sólo apuntado, sin definición. Pues bien, muy al contrario, el boceto es el que recoge todo lo trabajado y definido previamente: la composición bosquejada, los apuntes del natural y los estudios particulares que dan luz a detalles importantes. Y, a todo eso añade el color y una aproximación (a menudo a escala) al formato definitivo que la obra va a tener.
Muy importante el boceto para ser usado como sinónimo algo no definido. De hecho, los bocetos son obras que a menudo son expuestas en los museos, Suelen tener una frescura en el trazo y una ligereza en el tratamiento del color muy interesantes.
Aún más, es el boceto el que permite tomar vuelo a la pintura moderna porque las técnicas de la aguada y el trazo ligero, propias del boceto, fueron las herramientas con las que los pintores impresionistas trabajaban sus lienzos a "plein air".
Los aspectos dimensionales y las relaciones métricas, la proporción entre los diferentes elementos "que componen el dibujo" exigen bosquejar con trazo amplio las masas que definen las formas esenciales, estableciendo las relaciones de tamaño que van a definir la composición.
Es lo que vimos cuando estudiamos la figura humana. El dibujo crece desde dentro comenzando por el esqueleto definido con las líneas de fuerza, las "cajas" que definen las masas y los puntos de atención que ordenan el conjunto y lo jerarquizan.
Otro tipo de dibujos nos ayudarán a "desbastar" esta fase del trabajo, son los esbozos o bosquejos, dos palabras que vienen desde el mediterráneo (desde Italia a través del reino de Aragón) y que tienen un origen escultórico (bosquejo es un término que alude al gesto de separar las partes sobrantes del taco de madera, antes de tallar con más definición la escultura).
El bosquejo de nuestro dibujo recoge las líneas de fuerza y distribuye las formas en el plano.
Ya tenemos el bosquejo del dibujo y también varios apuntes tomados del natural o copiados a partir de fotografías obtenidas en el proceso de documentación. Ahora vamos a reunir toda esa información gráfica y sumarle color. Y entonces es cuando tenemos un boceto de la obra (en este caso el boceto es para una ilustración, pero con más frecuencia el boceto daría paso a una pintura).
La palabra boceto es con frecuencia usada para nombrar cualquier dibujo preparatorio e incluso se la usa para indicar algo sólo apuntado, sin definición. Pues bien, muy al contrario, el boceto es el que recoge todo lo trabajado y definido previamente: la composición bosquejada, los apuntes del natural y los estudios particulares que dan luz a detalles importantes. Y, a todo eso añade el color y una aproximación (a menudo a escala) al formato definitivo que la obra va a tener.
Muy importante el boceto para ser usado como sinónimo algo no definido. De hecho, los bocetos son obras que a menudo son expuestas en los museos, Suelen tener una frescura en el trazo y una ligereza en el tratamiento del color muy interesantes.
Aún más, es el boceto el que permite tomar vuelo a la pintura moderna porque las técnicas de la aguada y el trazo ligero, propias del boceto, fueron las herramientas con las que los pintores impresionistas trabajaban sus lienzos a "plein air".
Boceto de la ilustración.
Y por fin la obra definitiva, en este caso una ilustración elaborada con la técnica mixta que utilizamos en clase. Aunamos dibujo analógico resuelto en línea, tratamiento del color en mapa de bits con el GIMP y un fondo fotográfico también tratado con el GIMP. Pero una obra es mucho más que la simple suma mecánica de todos los dibujos preparatorios. Aunque recoge tanto las soluciones compositivas como la información gráfica aportadas por los trabajos previos, la ilustración definitiva supone una definición formal, técnica y estilística.
SWING IN HAMBURG