ENTRE LETRAS Y DIBUJOS

Parece obvio, pero no está de más volver a aclarar que el dibujo, el grabado y las demás artes gráficas tienen como función principal la comunicación. Por mucho que se nos llene la boca de palabras altisonantes, ilustrar es dar información, mejorar la comprensión de un texto y, con frecuencia, llegar allá donde el texto no puede. Los gráficos científicos demuestran que, en la era del Big Data, la ilustración es cada vez más necesaria en los procesos de comunicación.

DEPARTAMENTO GRÁFICO DEL CERN- Visualización de una colisión PB-PB. Gráfico generado por ordenador. 2015.

Es una verdad de Perogrullo y, sin embargo, a veces es preciso recordar que las letras son signos gráficos y que la escritura surge a partir del dibujo. Los ilustradores egipcios se convirtieron en escribas y se fueron especializando al desarrollar códigos de escritura cada vez más herméticos y exclusivos.
Pero el dibujo ya estaba allí y continuó estando. Las ilustraciones acompañaron a sus primos los textos en todas las aventuras gráficas y, hoy en día, la web demuestra más que nunca el valor incontestable de la ilustración gráfica.

Los escritores e ilustradores de los libros antiguos y medievales, que trabajaban a mano, no tenían ningún límite a la hora de organizar el espacio de la hoja y distribuir el texto y las ilustraciones. Su trabajo refleja esa libertad y los antiguos códices medievales son, en sí mismos, obras de arte.

BEATO DE LIÉBANA-COMENTARIOS AL APOCALIPSIS DE SAN JUAN- Ejemplar de San Miguel de la Escalada en León. Miniado por el monje MAIUS. Siglo X.

Los libros impresos no podían gozar de esa libertad, ya que las necesidades derivadas del uso de los tipos móviles exigían unas normas de separación entre el texto y las ilustraciones que condicionaban la composición de la página. Gutemberg había evitado esta separación acabando sus libros con miniaturas a mano.

 BIBLIA DE LAS 42 LÍNEAS- Johannes Gutemberg. Texto impreso a dos colores e ilustrado a mano, En torno a 1450.

Pronto se utilizó el grabado en planchas de metal que permitía un dibujo preciso y más libre que los grabados en madera (las viejas xilografías). Sin embargo, la diferente técnica de estampación obligaba a imprimir texto e imagen cada uno por su lado. 
Todo ello llevó a trabajar el diseño de la página a partir del concepto de "caja tipográfica". La idea es reservar el espacio de la página el lugar del texto y/o la ilustración con rectángulos que permitan visualizar la composición general contando con márgenes y otros elementos (numeración, filetes, etc..).

ALBERTO DURERO- De la medida (1525). Página con la distribución del texto en cajas, unciales e ilustraciones.

La maqueta básica para diseñar un libro es la doble página. Teniendo en cuenta que la unidad visual mínima no es la página, sino que lo que visualizamos es el libro abierto y todos los elementos incluidos en las dos páginas interaccionan en la composición. 

A partir de una determinada retícula, común a todas las páginas de un mismo libro, se van distribuyendo textos y/o ilustraciones pasa componer cada doble página.

Sin embargo, nuestro trabajo, de momento, va a consistir en conocer las características de las letras que componen los textos. Partimos de la idea de la letra como signo, con unas determinadas cualidades gráficas que hacen que una palabra escrita con un tipo diferente de letra cambie su "significado".

NO PARECE LO MISMO ESCRITO CON OTRA FUENTE.


Los tipógrafos, la gente que sabe de letras, conocen muchas formas de diferenciar las familias de letras o Tipos que es como las llaman. Nosotros vamos a empezar por diferencias las letras en dos grandes grupos (y como siempre va a haber algunas que salten con facilidad de un grupo a otro).
Hay letras para componer bloques de textos y letras para títulos o frases breves. tipo de letra capaz de hacer que un cartel luzca puede resultar muy molesta si componemos con ella un libro. Puede parecer obvio, pero a menudo nos parece tan interesante esta o aquella letra de "fantasía" que insistimos en componen con ellas nuestros Web's y, claro, los tipógrafos que son unos tipos duros se enfadan.

Entonces queda claro, hay letras para escribir textos largos y hay letras para los títulos, los carteles y los luminosos de neón.

¿Pero cuáles son unas y otras? Difícil de responder es, sin embargo, algo casi evidente si le miramos a la cara a una tipografía.

 ¿Cuáles te pondrías para salir de fiesta? ¿Cuáles para llevar al trabajo todos los días?

Otra división sencilla, y esta un poco más ortodoxa, es la que divide los tipos en con o sin serifas. Las serifas son unos pequeños remates que tienen algunas familias de letras. No son decorativas, ya que facilitan la lectura al conectar visualmente las letras. En las imprentas se llama "gracia" a estos remates y casi todos los tipógrafos que usan esta palabra considerarían las letras con serifa por encima de cualquier otro tipo para la composición de largos textos. Pero esto sería injusto porque hace mucho tiempo que las sans-serif cumplen perfectamente a la hora de componer textos extensos.


A las letras sin serifa se las llama también de Palo Seco o simplemente de Palo, pero últimamente se usa mucho el término Sans-serif.

Luego hay otros dos grandes grupos de letras que merecen ser conocidos (todas son de esas que antes llamé "de fantasía"), son las Manuscritas o Script y las Decorativas.

Una página que puede ayudaros a reconocer esta clasificación, y que tiene como ventaja contener las Letras, Tipos o Fuentes (se las llama de estas tres maneras) que seguramente tenéis ya instaladas en vuestros dispositivos, es esta:



Y nos quedamos aquí. La entrada nos puede servir como pequeña introducción a la Tipografía. Pero, continuará...

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